lunes, 9 de agosto de 2010

Ese menda interesante


Llegó y pasó el acid-house, los new romantics, el tecno-pop, el break-dance... Las modas van y vienen, pero Rosendo permanece. Más de viente años fiel a un estilo único: riffs rockeros, voz rasgada y letras que se hacen querer. El de Carabanchel pasó por Esquire y nos dejo algunas frases en nuestro En esto creo. Por cierto, el retratazo es del gran Javier Arcenillas.

Mi último disco se titula A veces cuesta llegar al estribillo
. Es una mirada atrás. Muy básico, muy sencillo. Se titula así porque el estribillo es la parte feliz de la canción, la que todo el mundo se sabe y canta al unísono. Es lo primero que te aprendes y donde uno se siente cómodo. Pero para llegar al estribillo, primero hay que currárselo.

Componer y escribir me cuesta mucho porque no tengo técnica. No leo nada de música, soy un negado. Lo paso muy mal porque tengo cosas que decir, cosas que vienen de adentro, y no sé cómo contarlas. Es un proceso doloroso pero bonito.

Aún conservo mis discos de vinilo. Tengo un plato en casa y los pongo. Aunque poco, la verdad. Nos hacemos cómodos. Para mí, un disco es como una joya, algo muy serio. Es un objeto que tienes que cuidar con cariño porque si no se raya. Ojalá volviese el vinilo, pero todo eso ha pasado a la historia. Va a quedar para los fetichistas. Ya hay dos generaciones nuevas que desconocen el sonido y el tacto del vinilo. Si no lo han probado, ¿cómo van a apreciarlo?

La situación de la industria discográfica es horrible. No sé cómo va a acabar. El disco ya no vale nada. Es algo que se me escapa. Hace años que venimos dándole vueltas, antes incluso de que empezase la historia de Internet, porque ya veíamos que se pirateaba mucho. Era algo esperado, pero nos ha sobrepasado con creces. Imagino que los interesados estarán tomando medidas porque si no, el negocio desaparece. Hoy, la música te la descargas y la llevas en un cacharrito en el bolsillo... No hay competencia contra eso.

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